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EL PODER DE LA VOZ: UN DIÁLOGO BINACIONAL
Juan Necochea & Zulmara Cline
Universidad Estatal de California San Marcos
Conclusión
En una época de creciente globalización y comercio entre México y Estados Unidos de Norteamérica, la colaboración y el diálogo entre los docentes de ambos lados de la frontera, en este caso Tijuana y San Diego, es de suma importancia; y sobre todo, si la educación pública pretende tener un lugar prominente en la enseñanza efectiva de una población cada vez más diversa en la zona fronteriza.
Proveer un foro para el diálogo entre docentes en ambos lados de la frontera es una idea de gran potencial, pero éste no se ha llevado acabo debido a las barreras organizacionales ya que los asuntos educativos no se han tomado en cuenta por la investigación sobre la frontera. Sin embargo, es a través de la educación que lograremos la comprensión y el entendimiento mutuo sobre los dos pueblos y sus culturas respectivas; y así desarrollar mayor comercio y prosperidad entre estas regiones. Es a través de la educación que nuestros niños crecerán apreciando y entendiendo las fortalezas que cada nación ofrece.
Cuando se estudian las regiones fronterizas, a veces es difícil discernir las muchas influencias que construyen el panorama social, cultural y económico que va más allá de la frontera física y determina las fronteras invisibles que el ser humano inventa. La frontera entre México y Estados Unidos de Norteamérica desde su inicio ha estado bajo tensión, con un gran flujo de movimiento en ambas direcciones debido a la búsqueda de mejores condiciones económicas, y de mayores nexos con sus conciudadanos en ambos lados de la frontera.
En el caso de Tijuana y San Diego, la frontera ha sido una región económicamente robusta, en la cual muchas personas dependen de ella para sobrevivir y poder proveer a sus familias. Como puerto de entrada, este lugar ha sido testigo de un flujo constante de personas, productos, bienes y recursos que diariamente pasan de un país a otro. Es una relación mutuamente beneficiosa ya que permite que ambos grupos tengan oportunidades económicas e intercambios sociales que permite el "ganarse la vida."
La región fronteriza brinda oportunidades donde las personas pueden aprovechar los recursos económicos que están altamente disponibles si ambos lados se unen para ofrecerlas. Las influencias son profundas, pero no siempre se dan en forma equitativa, por la disparidad de la riqueza dentro de cada país, los diferentes programas políticos y las estructuras institucionales existentes.
Actualmente, se cuenta con un sistema educativo en estado de desorganización y frente a esto, ambos países tratan de educar a estudiantes que ellos a veces no comprenden, y hacen uso de métodos de enseñanza muchas veces incompatibles y hasta desconocidos para los docentes del "otro lado." Sin embargo, como se noto en las conversaciones y nexos formados por nuestros participantes en el Congreso de Pedagogía Fronteriza, existe una esperanza de que en algún momento podremos establecer y facilitar un intercambio de ideas educativas, recursos y conocimiento que permita a nuestros niños cumplir con su potencial total, sin importar el lado de la frontera en el que vivan.
Sí, se tiene un sueño, pero es un sueño anclado a la realidad en que vivimos, conscientes de quienes somos como un pueblo y de lo que podemos lograr cuando hablamos con una voz colectiva. Encontraremos "el poder de la voz" mientras mantengamos un diálogo binacional continuo entre ciudadanos biculturales, como lo señaló Martínez:
El México Americano típico que vive en un entorno fronterizo es, por definición propia, una persona bicultural dado que ella o él tiene un enraizamiento sólido en la cultura mexicana, y a través de residir a largo plazo en los Estados Unidos de Norteamérica, se ha convertido en un ser sustancialmente americanizado. El México Americano biculturalista mantiene una interacción bicultural constante con otros de formación similar y a través de viajes frecuentes a México ya sea cuando va de compras, turista o huésped familiar (Martínez 1994, p.11).
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