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Participantes
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"Al filo de la fe:
La migración como metáfora de la vida espiritual"
Daniel G. Groody(1)
Una comunidad que les extiende la bienvenida.
El retiro de Coachela le permite a muchos migrantes a creer en sí mismos y en Dios porque crea un contexto en el que aquellos que han vivido el rechazo, la marginación y la discriminación descubren lo que se siente el ser bienvenidos, aceptados, y valuados por el simple hecho de ser humanos. En contraste al mundo que los trata como extranjeros, inferiores, y esclavos, en el retiro se les da la bienvenida como invitados de honor, se les trata como amigos dignos, y se les atiende como reyes y reinas. Pero sobre todo, sienten la bienvenida que se dan entre ellos mismos. Gran parte del poder del retiro proviene de la capacidad que tenga el equipo de crear un mundo alternativo que funge de contraste con aquello que los inmigrantes viven diariamente. El equipo representa, por medio de palabra y hecho una visión de la vida cristiana que está arraigada en los valores de hospitalidad, humildad, amor y servicio, los cuales se presentan como partes integrales de una vida de discipulado. Además, sienten, culturalmente hablando, una bienvenida. Varias de las comidas, los trajes, y las canciones reflejan su cultura mexicana, la historia de su país, y su propia historia personal. En el retiro todas estas costumbres se promueven y se celebran con el objetivo de ayudarle a los inmigrantes a reconciliarse con su historia cultural colectiva, aun cuando resienten la discriminación en varios niveles a manos de la cultura estadounidense, ya sea por el color de su piel, por el lenguaje que hablan, o por las costumbres que guardan. Finalmente, un ambiente que les apoya les ayuda a entender que Dios los acepta. Descubren que el creer no solo consiste en afirmar a Dios en lo abstracto, como si la puerta al corazón se abriese por medio de verdades conceptuales. Mas bien descubren que la puerta al corazón y el camino para creer pasan por el amor, el cual los invita a entregarse, a confiar, a creer en Dios, aun en medio de tanto reto que enfrentan.
Un banquete de fiesta.
Los principales puntos de enfoque y referencia a lo largo del fin de semana están relacionados a los banquetes de fiesta que consisten en celebraciones llenas de espíritu y alegría, y que se organizan en torno a algún tema en particular, ya sea una fiesta mexicana, el día de San Valentín, un show de modas, un circo, una fiesta hawaiana, una fiesta ranchera, o muchos más. Cada una de estas comidas vienen siendo eventos que toman semanas para planear y terminan siendo una experiencia fuera de lo común. Para todos aquellos que han pasado hambre, que han sufrido cargas, y que han vivido en la pobreza, estos eventos no solo alimentan el cuerpo pero también el alma. Los participantes terminan descubriendo que el cristianismo, en el fondo, le habla a las preguntas y a los deseos más profundos del corazón.(12) Como muchos otros, estos inmigrantes luchan para creer en la actualidad, ya sea porque muchas de las verdades de la fe están enterradas bajo capas de formalidades y enseñanzas de doctrinas que se han vuelto abstractas, o porque estas doctrinas han sido descontinuadas por los cánones del modernismo, dejando a los inmigrantes sedientos y vacíos. Los retiros entonces excavan y desempolvan las verdades más profundas de su fe católica, y la traen a la vida por medio de una comunidad vivificadora, vibrante, creyente. La comunidad que le permite a muchos escuchar el mensaje del cristianismo por primera vez en sus vidas. Estos inmigrantes llegan a creer no solamente como consecuencia de un mejor conocimiento teológico sino porque llegan a captar mejor, por medio de la experiencia, las verdades de la fe. Los inmigrantes se encuentran con el Jesús de la historia y el Jesús de la fe que cruzó todo tipo de fronteras, incluso las religiosas, para tocarles en lo más íntimo de su ser, en donde tienen hambre, donde luchan, donde sufren. Una de las sorpresas más fuertes que se llevan los inmigrantes durante el retiro es la revelación de que Dios quiere sentarse en la mesa… ¡con ellos!. Lo radical del mensaje de Jesús consistió en que se sentó en la mesa con cualquiera que lo invitara. Esta fraternidad vivida alrededor de la mesa simboliza lo que muchos inmigrantes viven en Coachela y lo que los transforma con gran fuerza.(13)
Un horizonte de esperanza.
Este retiro también le permite a los inmigrantes caer en la cuenta de la relación entre la Cruz de Jesús y sus propias luchas. En contraste a Marx, la Cruz no funciona en este contexto como el "opio" que simplemente bautiza el sufrimiento de los inmigrantes y les dice que esperen pacientemente al más allá.(14) Sucede lo contrario, el meditar sobre la vida de Jesús, en particular sobre su Cruz, le permite a los inmigrantes a ver su propia historia bajo una nueva luz, abriéndoles un horizonte de esperanza. Descubren que el vía crucis de Jesús refleja su propio camino; sufren la sentencia económica injusta de la pobreza. En la esfera política se les marca como "aliens" (nota del traductor: extraterrestres en inglés). Se les persigue legalmente por cruzar una barda. Se les margina socialmente y se les trata como forasteros. Pasan por un intenso sentimiento de soledad y sufren indiferencia e incluso agresividad por parte de las Iglesias a las que van en los Estados Unidos. Sufren la muerte prematura a lo largo de la frontera y en sus lugares de trabajo. Aun así, la Cruz les da la esperanza de que a pesar de todo lo que sufren, la muerte no va a conquistarlos, aún cuando enfrenten la tentación de darse por vencidos. En el retiro también viven en carne propia lo que significa el levantarse y despertarse siendo algo nuevo. Muy temprano en la madrugada del último día del retiro les espera una sorpresa. Les cantan las mañanitas y se las celebran a todos. Se les da la bienvenida al son del mariachi y se les lleva de la mano a través de un laberinto de pura gente. Las paredes del mismo son hileras de cientos de personas que han venido desde lejos para cantarles con alegría. ¡Para cantarles a ellos! Este tipo de rituales, y el amor abrumador que les da vida, les ayuda a transformar su vía crucis en un nuevo camino de vida. El retiro, en sí, se convierte en una experiencia de curación, liberación, y fortalecimiento para cada uno de los inmigrantes que lo viven. Toca, cura, libera, y fortalece lo más profundo de su ser.
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