| 
 Presentación
 
 Contenido
 
 Participantes
 | 
 Frontera, Migración y Muerte: El Sida y La Operación Guardián. Luis A. Avilés
 Arturo Jiménez Cruz
 Frontera como lugar de encuentro e intercambio: SIDA y migración 
 La frontera de Estados Unidos-México es la frontera que,   desde una escala global, divide al mundo desarrollado del mundo   subdesarrollado. Mientras en el Norte se realizan intensas campañas para   la prevención del SIDA y se destinan cuantiosos recursos para realizar   investigaciones relacionadas a esta enfermedad, en los países del Sur,   aún cuando hubiese la voluntad política para hacerlo, la deuda externa y   las presiones de privatización del Banco Mundial reducen   considerablemente la cantidad del presupuesto nacional que se destina al   sector salud20.
 
 Los países del Norte tienen una ciertas aperturas   democráticas que obligan a sus gobiernos a responder a las presiones de   grupos organizados. Sin embargo, esa apertura democrática es más difícil   de encontrar en los países de Sur. En países como México, por ejemplo,   el centralismo del sistema de salud lo hace mucho más vulnerable a   presiones fundamentadas en el atavismo religioso y en la incultura de   considerar al SIDA como la enfermermedad "de los otros"21.   Este es el caso de la Cruz Roja Mexicana, cuyo director se opone a la   práctica de distribución de condones como estrategia de prevención del   SIDA.  Críticos del director de la Cruz Roja Mexicana aducen la   influencia de la Iglesia Católica como la responsable de esta postura   que contradice abiertamente la política oficial de la Cruz Roja   Internacional22.
 
 Pero las anteriores consideraciones sobre el Norte y el   Sur, adquieren una particular dimensión cuando se considera su impacto a   nivel regional/local en las ciudades de Tijuana/San Diego.  Esta   frontera, además de separar el mundo desarrollado del mundo   subdesarrollado, une a las ciudades bajo una división del trabajo que   requiere y promueve el constate flujo de mano de obra, de mercancías y   de capital. Es precisamente la localización geográfica de Tijuana como   ciudad fronteriza lo que la convierte en un fuerte polo de atracción   para migrantes. Por un lado se encuentran aquellos migrantes que se   allegan a esta ciudad sólo con el propósito de cruzar la frontera tan   pronto les sea viable.  Por otro lado se encuentran aquellos migrantes   que se establecen en Tijuana con el interés de incorporarse en el   expansivo mercado laboral de la ciudad en el cual se destaca el sector   de la industria maquiladora23.   Aunque la inversión de capital en la industria maquiladora se ha estado   diseminando en otras áreas del territorio nacional mexicano, la   concentración de estas industrias en Tijuana está intimamente   relacionada con la localización geográfica de la ciudad.
 
 De manera superficial podría entenderse que la propagación   del VIH/SIDA se debe principalmente a las conductas particulares y a   los estilos de vida de los individuos.  Pero existe todo un contexto   social, económico y político que influye y limita las conductas y   estilos de vida de esos individuos y en las zonas fronterizas, este   contexto social tiene unas particularidades muy propias.  No es de   extrañar entonces que en una ciudad marcada por la migración como lo es   Tijuana, ocupe el segundo lugar en la incidencia de SIDA en territorio   mexicano24. El fenómeno   de la migración crea toda una serie de situaciones sociales que   condicionan tanto la conducta de los individuos que los pone a riesgo de   contraer el SIDA, como sus posibilidades de sobrevivencia, una vez   adquirida la enfermedad. Don Barrett, profesor de sociología de la   Universidad de California en San Marcos, explica la vulnerabilidad de   los migrantes ante el virus del VIH de la siguiente manera:
 
 "Al igual que en olas migratorias pasadas hacia los   Estados Unidos, muchas personas encuentran formas exitosas para   enfrentar estos cambios, mientras otras no. Para algunos, drogas más   fuertes y perjudiciales se convierten en un medio rápido y fácil (pero   adictivo) para escapar de las tensiones; contactos sexuales momentáneos   se convierten en una solución rápida, aunque arriesgada, para las   necesidades de intimidad, afecto y  amistad. Y en un ambiente de tensión   y pobreza, las jeringuillas limpias, el tratamiento de enfermedades   sexualmente transmisibles y los condones no se les da gran importancia,   además de que que están menos disponibles. Si a esto se le añade una   débil cohesión social que hace de la distribución de drogas y la   prostitución fuentes de ingreso atractivas (o necesarias), se tiene una   situación lo suficientemente madura como para la propagación de VIH"25.
 
 Esta situación se ha documentado en un estudio etnográfico   que analiza la situación de los migrantes mexicanos indocumentados en   el área de "Orange County" en California26.    Las conductas de alto riesgo para contraer SIDA, como sostener   relaciones sexuales con prostitutas usuarias de drogas intravenosas, se   debe, entre otros factores, a las condiciones en las que estos viven   enajenados de sus vínculos familiares. El constante miedo a la   deportación limita los lugares a los que estos migrantes pueden asistir   para actividades de ocio y recreación, lo cual convierte a la   prostitución en una actividad atractiva.
 
 De esta forma, la migración internacional que hace posible   abaratar los costos de producción en Estados , sirve de mecanismo para   propagar el HIV en el territorio mexicano. De acuerdo a un informe del   Consejo Nacional de Prevención y Control del SIDA, de la Secretaría de   Salud de México, un número significativo de casos de SIDA refieren   antecedentes de residencia en Estados Unidos y algunas de las tasas de   prevalencia de SIDA más altas corresponden a estados y ciudades   expulsores de migración hacia los Estados Unidos27.
 
 En este contexto, la lucha contra el SIDA es sin lugar a   dudas una de las causas más importantes para la salud pública a nivel   mundial.  Trágicamente, los grupos más vulnerables de la sociedad son   quienes sufren desproporcionalmente las consecuencias de esta   enfermedad: las regiones económicamente marginadas de los países   africanos y latinoamericanos, así como los grupos étnicos marginados de   Estados Unidos.
 
 
 Frontera como línea de separación:
 mortalidad de migrantes y la Operación Guardián
 
 Es interesante notar que en ninguno de los discursos   oficiales de la actividad del Día Mundial del SIDA en el acto binacional   antes mencionado, a pesar de realizarse precisamente en el bordo, se   hizo la más mínima alusión a las muertes ocurridas al cruzar la   frontera.  De hecho, a pocos kilómetros de donde se celebró la actividad   y el juego de volibol, dos migrantes mexicanos fueron ultimados por la   patrulla fronteriza varias semanas antes del tal evento28,29  .
 
 Blanca Lomelí, una de las coordinadoras de la actividad   del Día Mundial del SIDA, en una entrevista para este artículo comentó:   "El hecho de que exista una frontera, una barrera geográfica y que halla   barreras políticas es una realidad de todos los días para la gente que   vivimos en la frontera, y tenemos que luchar contra eso además de contra   el virus." Lamentablemente, este tipo de expresión que apunta a la   desigualdad entre el centro y la periferia del sistema capitalista como   un problema de salud pública no es representativa de los profesionales   de la salud.  En momentos en que grupos comunitarios, organizaciones   no-gubernamentales, activistas de derechos humanos, abogados, feligreses   y clérigos han denunciado las muertes asociadas al cruce de la frontera   y han responsabilizado a los gobiernos de México y Estados Unidos por   tal situación, los profesionales de la salud han mantenido un silencio   que casi raya en la complicidad.
 
 Vale la pena preguntarse, ¿por qué la lucha contra el SIDA   ha inspirado y ha unido a sectores diversos de la sociedad, incluso a   trabajadores de la salud de ambos lados de la frontera, mientras la   situación tan seria como la de los migrantes que mueren en su intento de   cruzar la frontera no provoca una respuesta igualmente enérgica?
 
 Podría argumentarse que el problema del SIDA tiene una   magnitud mayor a la del problema de los migrantes indocumentados que   intentan cruzar la frontera. Sin embargo, al considerar la mortalidad   asociada a ambos fenómenos se observa que para 1998 la cantidad de   muertes asociada al cruce de la frontera por primera vez sobrepasó la   decreciente mortalidad asociada al SIDA en los condados de San Diego y   Valle Imperial (ver  gráfica 1).
 
 ¿Será acaso que el SIDA puede afectar a todos los grupos   de la sociedad mientras que la Operación Guardián afecta principalmente a   la población que ha sido históricamente ignorada por los gobiernos   locales y federales y por las clases dirigentes, las cuales incluyen a   los profesionales de la salud y a las fundaciones privadas de ambos   países?
 
 En el resto de este artículo sustentamos el planteamiento   de que la Operación Guardián constituye un problema de salud pública   para la región, analizando las muertes asociadas al cruce de la   frontera. Con estos fines presentamos primero una breve descripción de   la Operación Guardián.
 
 Gráfica 1 Parte 1 |   Parte 2 | Parte 3 | Parte 4Fuente: Ramírez y Smith; Country of San Diego, AIDS Epidemiology Unit;
 Imperial Country Public Health Department (Nota no. 38).
 
 
 Operación Guardián
 
 La Patrulla Fronteriza del Sector de San Diego, comenzó   desde el 1 de octubre de 1994 un nuevo plan estratégico, denominado   Operación Guardián, cuyo propósito consiste en disuadir al migrante   indocumentado de su intento de cruzar la frontera. Esta estrategia   constituía un cambio fundamental en las operaciones de un sector que no   tenía ningun plan coherente de acción que no fuera el de tratar de   detener a los migrantes una vez que éstos cruzaran la frontera30.   De hecho, tradicionalmente el Sector de San Diego, el cual cubre un   total de 66 millas de frontera con México (de un total de 2,000 millas),   registraba más del 40% del total de arrestos en toda la frontera:   531,689 de un total de 1,263,490 arrestos para el 1993 (consultar nota   no. 30).
 
 La Operación Guardián fue precedida en 1993 por el   establecimiento de una verja de metal que demarcaba el límite de la   frontera y que, aunque no detenía el flujo de inmigrantes, por lo menos   hacía visible la existencia de la frontera misma. De igual forma, se   comenzaron a instalar luces tipo-estadio y se construyeron caminos para   facilitar las operaciones de la Patrulla Fronteriza.  Pero ha sido   propiamente la Operación Guardián lo que exharcerbó la ya creciente   militarización de la frontera 31,   al hacer uso de equipo de alta tecnología tales como telescopios   nocturnos infrarojos, sensores sísmicos, radios y sistemas electrónicos   para registrar e identificar huellas digitales entre los arrestados,   sumado, claro está, a la adquisición de helicópteros, de nuevos   vehículos y a la contratación de nuevos oficiales de la patrulla   fronteriza a ser apostados en el bordo. Los directores del Sector de San   Diego de la Patrulla Fronteriza consideraban que al aumentar la   vigilancia en este sector se reduciría el flujo de migrantes, en lugar   de desplazarse a otras áreas menos vigiladas, debido a que las montañas y   el desierto al este de San Diego representaría un peligro mortal para   los migrantes 32.
 
 Cuatro años después de haberse iniciado la Operación   Guardián, se hace claro que ésta no ha alcanzado su objetivo de disuadir   al migrante indocumentado de su intento de cruzar la frontera. El flujo   de inmigrantes simplemente se ha desplazado hacia el este de la zonas   más militarizadas. A pesar de haber anunciado que las detenciones en San   Diego habían disminuido dramáticamente, las mismas aumentaron   considerablemente en el adyacente condado Valle Imperial 33 y en el adyacente estado de Arizona 34.
 
 Vale destacar que la Operación Guardián se desarrolla   dentro de un contexto de animosidad y fuerte debate público sobre la   migración indocumentada. El estado de Califonia estuvo a la vanguardia   en la adopción de políticas públicas para negarle acceso a las escuelas y   servicios sociales y de salud a inmigrantes indocumentados. No debe   sorprender entonces que la Operación Guardián despertó un gran interés   en la Presidencia y el Congreso de Estados Unidos y del Departamento de   Justicia, de los medios de comunicación y del público en general   (consultar nota no. 30). Desde sus mismos inicios, la adopción de   políticas anti-inmigrantes, como la Proposición 187, fue el objeto de   fuertes críticas por parte de la Asociación Americana de Salud , la cual   consideró esta proposición como discriminatoria y causante de graves   daños a la salud pública 35.    Continuando con este precedente de denuncia, actualmente se encuentra   ante consideración de esta Asociación una resolución que critica   abiertamente las violaciones a los derechos humanos y de salud como   resultado de la creciente militarización de la frontera entre Estados   Unidos y México 36.
 Pagina Anterior
   |