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"La antropología y el estudio de las comunidades pesqueras de México: pescadores atuneros y sardineros en el puerto de Ensenada, B.C.".
Mtro. Arnulfo Ochoa Sánchez
Una influencia por demás significativa de esta industria es la incorporación al proceso productivo de la fuerza de trabajo femenina; es decir, las madres dejan la casa y junto con ello el cuidado de los hijos, para trabajar jornadas superiores a las diez horas, tiempo en que permanecían de pie debido a las características propias del trabajo. Esta ausencia de la madre genera una recomposición del grupo familiar donde el hijo mayor asumía la responsabilidad de la casa lo que, a su vez, representaba estar al cuidado de los hermanos y de las tareas domésticas, es así como se da inicio a una forma de vida y de trabajo que años más tarde dará origen a lo que llamo Gente del Mar .
En el caso de la pesquería del atún las condiciones son aún más difíciles debido a las características del recurso, es decir, los atunes son especies de gran tamaño que se desplazan a grandes distancias y tienen una distribución a lo largo de la costa Pacífico de México hasta las costas de Panamá y Perú. Sin embargo, en sus orígenes la pesca del atún se realizaba al sur de la costa de Baja California, lo que significaba la ausencia del pescador por tiempos que oscilaban entre los 15 y 20 días, pero que con el paso del tiempo y el desarrollo tecnológico en las embarcaciones, fundamentalmente en los equipos de cubierta (winche, pasteca hidraulica), refrigeración, así como en el incremento en la capacidad de acarreo y autonomía de la embarcación, permitió que los días de pesca o viajes, se prolongaran por 30, 40 y 60 días. Durante este tiempo las mujeres quedaban solas al cuidado de la familia, el hogar y las responsabilidades que esto implica.
Estas condiciones generan formas de vida muy particulares debido precisamente al contacto directo y prolongarlo con el mar, es por ello que Jules Michelet menciona en su novela El mar, que :
" ..., el mar ata tanto a los hombres que se entregan mucho tiempo a él,
que han vivido con él y en su compañía, que no pueden abandonarlo jamás"
Es a partir del conocimiento de este grupo social y de la forma en que se fue conformando, que propongo hablar de la cultura de la gente de mar, que es donde se ponen en juego todos aquellos elementos que se encuentran alrededor del trabajo en el mar y en las actividades secundarias que de éste se derivan. Es decir, comprende el trabajo de la pesca de altura y ribereña, al marinero de la marina mercante y turística, así como aquellos que participan en las embarcaciones de la armada. Todos ellos entran dentro de este grupo de la gente de mar; el marinero, sin embargo, no es necesariamente pescador, más aún, no se identifica como tal, por ello, se niega a ser identificado como pescador ya que considera haber ascendido en el estatus marino en donde se mezclan una serie de elementos como las características de la embarcación y productos que se manejan; es decir, "no tiene comparación" trabajar con productos cárnicos, semillas, electrónicos, etc., a trabajar con pescado.
A esto se tiene que añadir la relación que cada uno de los grupos establece con el mar, tomando en consideración el trabajo propio de cada uno de ellos, ya que mientras los marinos se relacionan con el mar como navegantes, los pescadores son trabajadores que laboran directamente en el mar tratando de extraer su riqueza.
Estas diferencias que se presentan entre ser pescador y ser marino nos permiten tomar en consideración la forma de ver el trabajo de cada uno de ellos para, poder encontrar un término que los pudiera integrar a ambos y a estos con el grupo social donde se desarrollan.
Por otra parte, a las familias de los pescadores les toca vivir parte del proceso de trabajo del pescador, al verse este en la necesidad de trasladar a sus casas parte de los equipos para su reparación, principalmente los pescadores ribereños. En el caso de los pescadores de altura, la relación se establece de manera distinta, ya que el contacto con el trabajo se presenta precisamente cuando el pescador se encuentra fuera y la familia está siempre atenta sobre el estado meteorológico del tiempo. Esta situación, más la ausencia del pescador del hogar, obliga a las familias a una recomposición y a su vez a establecer lazos de apoyo que les permitan "salir adelante mientras el marido está fuera", esta relación tan estrecha entre los miembros del grupo influenciada fuertemente por el trabajo pesquero, nos permite contemplar a los familiares del pescador como parte de este grupo de gente de mar.
A este mismo grupo se incorporan los trabajadores de las empacadoras pesqueras, los trabajadores de los astilleros, los estibadores del muelle, comerciantes del mercado de mariscos, los de la pesca deportiva, los pangueros, etc., y todos aquellos que comparten y se identifican con estos actores principales, pues son quienes dan forma a la cultura de la gente de mar y no solamente a una cultura pesquera. Es decir, en esta forma de vida y comportamiento de los grupos de pescadores participan los hijos, las esposas de estos, y todos aquellos que reciben como herencia una forma de vida, una forma de concebir las relaciones (sociales) con los demás, y que tiene que ver con esta cultura a la que ellos se incorporaron, retomaron y transformaron, y que hoy se comparte con un grupo más amplio, por lo que no puede reducirse sólo a una cultura pesquera, ya que aun cuando el grupo se considera como un barrio pesquero, en lo individual se identifica más como gente de mar.
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