Presentación
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Presentación
Dr. Miguel Olmos Aguilera.
Un grupo de antropólogos e historiadores celebramos en Tijuana, Baja California, del 23 al 27 de abril del 2001 la I Semana de Antropología Fronteriza y del Noroeste de México, dedicada a la investigación y a la enseñanza de la disciplina en la región y en esta ciudad, específicamente. Participaron de manera conjunta profesores e investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California, la Universidad Iberoamericana y El Colegio de la Frontera Norte. Un total de 25 investigadores entre ponentes, comentaristas de sesión y comentaristas de trabajos audiovisuales se reúnen durante la semana. El objetivo de esta actividad académica es realizar una serie de trabajos encaminados a establecer y fortalecer la enseñanza de la Antropología en la región Fronteriza y en el Noroeste de México.
La idea de reunir a especialistas en Antropología de la frontera norte, es concebida por académicos que vemos con preocupación la ausencia de estas ciencias en las instituciones regionales de investigación y de educación superior. Como es bien conocido, en el país existe gran tradición de estos estudios desde fines de los años treinta, cuando se funda la ENAH y otras instituciones de investigación antropológica. A partir de entonces, su construcción ha atravesado por un largo camino, no siendo fácil disponer de espacios para la expresión y la enseñanza. Por esta razón algunos académicos, sin contar con infraestructura disciplinaria en nuestros centros de trabajo, nos damos a la tarea de impulsar la difusión de la investigación y enseñanza de la antropología realizada de manera dispersa en la región fronteriza. La coordinación del evento estuvo cargo del Mtro. Rodrigo Martínez de la dirección de Posgrado de la Universidad Iberoamericana, el Dr. Miguel Olmos Aguilera, investigador de El Colegio de la Frontera Norte, y del Lic. Gustavo Mendoza Director de la Escuela de Humanidades de la Universidad de Baja California.
Presupuestos fronterizos.
La Semana de Antropología se diseña como una alternativa a las condiciones de "multiculturalidad y diversidad académica" que imperan en la sociedad fronteriza, donde las humanidades y, específicamente la antropología, ha sido identificada equivocadamente como un discurso ortodoxo, cuyas expectativas se dirigen hacia las sociedades tradicionales en contra de la trans-disciplina. Por el contrario, la Antropología no presupone una "sociedad ideal" para poder interpretar la realidad cultural. La diversidad identitaria de la frontera no representa un obstáculo para la Antropología, sino que esta red de relaciones se presenta como un fenómeno más del análisis cultural. En oposición a la concepción de que la Antropología estudia sólo sociedades tradicionales más o menos estables, estamos seguros que la región Noroeste de nuestro país constituye una interesante realidad de estudio para la disciplina. Estas son algunas de las inquietudes con las que invitamos a los colegas a exponer sus investigaciones sobre la región fronteriza.
Los flujos migratorios y la presencia de grupos indígenas originarios de la región han creado una sociedad fronteriza anárquica y multicultural, que presenta características únicas en México. La doble matriz indígena regional formada por una parte por las comunidades indígenas originarias de la región y, por otra parte, por los indígenas migrantes provenientes del centro y sur de la República Mexicana, son sólo algunos de los componentes de esta sociedad. No obstante, todos los grupos sociales encuentran como denominador común la confrontación con la línea fronteriza que entrelaza las identidades de las culturas que transitan por este territorio, incluyendo la población mestiza de diversas regiones del país, lo cual le da un aporte todavía más heterogéneo.
Con base a la realidad cultural de la frontera, la Semana de Antropología Fronteriza tiene como objetivo la difusión y análisis de las investigaciones antropológicas de la ciudad de Tijuana, la región fronteriza y del Noroeste de México. Estudiosos formados en diversas disciplinas antropológicas, tales como la antropología social, la etnología, la historia y la médica, entre otras, tienen cita en este espacio de reflexión.
Las ponencias ventilan problemas tales como la diversidad cultural que enfrenta el científico social del norte de México. Esta situación lo ubica en un marco de epistemología antropológica fronteriza, que requiere definitivamente una nueva visión más extensa del trabajo humanístico. Las condiciones de neo-colonización imaginaria de las culturas fronterizas trae, por ejemplo, la proliferación sincrética de ideologías, economías, formas políticas y religiosas. Las sociedades fronterizas y del Noroeste de México, en tanto que espacios no mesoamericanos, son un ejemplo de las distintas formaciones socio-culturales y, por lo tanto, de las lógicas culturales existentes en la región, mismas que aún transformándose al ritmo globalizante de la "modernidad" mantienen peculiaridades estructurales en su cultura. En esta Semana de Antropología se intenta reivindicar la emergencia del Sujeto como protagonista de la investigación antropológica, y recordar que la teoría en la disciplina debe dar cuenta de la naturaleza humana, en toda su complejidad y problemática; en palabras de Guillermo Alonso, - "... queremos rescatar ciertos estándares de calidad y rigor propios de todo trabajo académico y científico. Esto nos lleva a discutir algunos paradigmas básicos a toda investigación de las ciencias sociales como: qué es un marco epistemológico, qué es un marco teórico, qué es un concepto, qué diferencia hay entre verificar, validar o confutar una hipótesis. No estamos seguros que estas cuestiones fundamentales, que son las que legitiman el trabajo científico antropológico, se hayan discutido públicamente en las instituciones fronterizas. Otro de los objetivos de esta semana es debatir públicamente, tanto las aportaciones clásicas como las últimas tendencias teóricas en el terreno antropológico. Nuestro compromiso intelectual con la sociedad mexicana, la comunidad académica y con la actualización de los conocimientos nos obliga, como antropólogos, a compartir públicamente nuestras líneas de investigación, por consiguiente, en este espacio se plantean diferentes trabajos de investigación sometiéndolos al debate y la crítica científica; reflexionando y cuestionando así los paradigmas teóricos utilizados por disciplinas afines" -.
De manera recurrente, se discuten las implicaciones de la vertiginosa transculturación y cambio por los que atraviesa el conjunto social de la Frontera Norte. Dichas transformaciones se reflejan en hábitos y costumbres de la población indígena, la población migrante y la población mestiza de diversos estratos sociales. Tanto indígenas migrantes, como indígenas originarios, la clase empresarial, y el pequeño y mediano empresario, forman parte de la organización social de esta zona de nadie denominada a menudo "la región fronteriza".
Debido a la afluencia de diversas culturas, esta sociedad se yergue como un aglomerado de complejas relaciones sociales. El conjunto social recrea intrincadas formaciones culturales estimuladas por el intercambio y penetración de material cultural del vecino país del norte, mismo que construye el fenómeno intercultural a partir de su evidente hegemonía económica e ideológica.
Por las razones antes expuestas, se hace necesario reflexionar y discutir la lógica de la identidad fronteriza, representada como una amalgama de diferencias inasibles, bajo los parámetros del análisis identitario de las sociedades del centro de México con relaciones políticas y sociales arraigadas y cobijadas generosamente por el estado nacional.
Reseña de algunos trabajos.
El tema que abre las conferencias es La religiosidad popular en la ciudad de Tijuana (basado en un artículo que se publicó en el #4 de EL BORDO). En esta conferencia David Ungerleider, Maestro en Antropología, sacerdote jesuita y editor de la revista EL BORDO de la UIA Noroeste, explica en su investigación realizada entre los barrios y los santos populares en el contexto fronterizo, cómo el sufrimiento y las vejaciones a las que se exponen los migrantes provenientes de todo el país y de Centro-América, ha producido cultos como el de Juan Soldado, santo al que se encomienda el migrante antes de cruzar la frontera con Estados Unidos. El Mtro. Ungerleider comparte sus experiencias vividas con la gente de Tijuana, refiriendo, a su vez, que esta sociedad posee una idiosincrasia que la convierten en un terreno fértil para desarrollar cultos de la índole más diversa. Este interesante ejercicio intelectual abordado por Ungerleider, da también la pauta para cuestionarnos sobre la diversificación de la idea de Dios, no nada más al interior de las religiones populares, sino en otros sistemas de creencias como el "New Age".
Hubo otras ponencias de gran interés durante la semana, que el espacio no nos permite publicar en este número de EL BORDO, y que intentaremos incluir en nuestro próximo número. De todas maneras queríamos iniciar este número con el trabajo de la Dra. Laura Velasco Otriz , "Pluralidad étnica y discriminiación social: notas sobre la configuración étnica en Baja California". La Dra. Velasco analiza los distintos aspectos étnicos y culturales del flujo migratorio hacia la frontera norte de México a través de la historia, citando amplios criterios de análisis con sus respectivos conceptos antropológicos. Una de sus aportaciones principales tiene que ver con la realidad vivida de prejuicios y discriminaciones como bases del conflicto étnico y la violencia interétnica. El tono de su artículo apunta hacia el reto de revertir la situación de desigualdad económica, social y política que desembocarán necesariamente en un mayor respeto a la multiculturalidad y diversidad étnica desde sus más elementales derechos humanos.
El Dr. Miguel Olmos de El Colegio de la Frontera presentó la ponencia "La noción de cultura y la construcción del 'otro' en el discurso antropológico del Noroeste de México". En este trabajo, Olmos explica por un lado la concepción y uso del concepto de cultura en cada una de las escuelas del pensamiento antropológico. A partir del evolucionismo hasta el sobremodernismo pasando por la escuela semiótica, funcionalista y estructuralista, el investigador señala que en cada escuela del pensamiento antropológico, se estructura la visión que cada investigación difunda sobre una cultura determinada. En la exposición se analiza el uso indiscriminado e impreciso que se ha hecho del concepto de cultura en los llamados "Estudios culturales". Asimismo se comenta que, pese a las múltiples flaquezas teóricas y metodológicas, los Estudios Culturales se han convertido para algunos medios académicos del contexto anglosajón, en la "alternativa antropológica". La crítica antropológica ha destacado al menos dos debilidades fundamentales de esta "línea de pensamiento" en cuanto al estudio de la cultura: uno, el poco rigor teórico en la no-definición de lo cultural, y dos, la endeble etnografía llevada a cabo en un medio, a menudo, demasiado exquisito para al investigador. Lo cierto es que los Estudios Culturales han elaborado, en la última década, un discurso suficientemente anti antropológico sobre el análisis de la cultura, como para llamar la atención de la disciplina antropológica. El beneplácito que manifiesta actualmente ciertas bases latinoamericanas de los estudios culturales, no corresponde a una convicción teórica fundamental, ni a una rama particular de una genealógica teórica compartida, sino a la caza de oportunidades para acceder en una red académica del vecino país del norte. Este fenómeno académico abre, paradójicamente, la investigación del fenómeno de la cultura a un mayor número de interesados, cuyo eje de identificación es la flaca identidad académica disfrazada de transdisciplina. Por esta razón, los seguidores de esta línea de pensamiento, en el caso mexicano, se presentan inscritos ipso facto en lo que sería mejor llamar "Estudios de la cultura ad libitum", sin ninguna filiación explícita y directa con la descendencia de los llamados Cultural Studies. En la segunda parte de la exposición, el concepto de cultura es articulado al discurso antropológico como estudio de la "alteridad". Esta construcción conceptual ha tomado características históricas y sociales particulares en el Noroeste de México y en la Sociedad Fronteriza. El "otro" se identifica históricamente con el "salvaje chichimeca mitificado", el salvaje visto desde los ojos mesoamericanos y mestizos, y finalmente el "otro" visto por los ojos del colonizado. Este conjunto de identificaciones primarias de la alteridad crea, a la vez, relaciones de identidad y de diferencia que fundamentan la cultura de la región.
La ponencia del Dr. Guillermo Alonso Meneses del El Colegio de la Frontera Norte "Migra, Coyotes, Paisanos y Muertitos: sobre la analiticidad y el sentido de ciertos (f)actores de la Migración clandestina en la Frontera Norte", analiza la dificultad de realizar el trabajo etnográfico en sociedades de tipo fronterizo con relaciones de poder tan fuertes como las involucradas en la línea México-Estados Unidos. Se recuerdan también los postulados básicos de la Antropología como observación distante, esencial para captar claves y códigos de la cultura fronteriza que no son perceptibles a los ojos de la cotidianeidad de la sociedad tijuanense. Para ilustrar su observación, el investigador ejemplifica la indolencia por la que atraviesa la sociedad fronteriza al cosificar cotidianamente al migrante que intenta cruzar incesantemente la frontera hacia los Estados Unidos.
El Maestro en Antropología Social, Jesús Aguilar Nery, dio la ponencia "Centros y Fronteras. Una interpretación de las centralidades urbanas en Tijuana 1889-2000". Esta investigación pone en "tela de juicio" la construcción social del espacio cultural de la ciudad de Tijuana, cuya referencia al espacio central está determinado, en buena medida, por la frontera política con los Estados Unidos. El análisis versa sobre la importancia del espacio como factor de identidad fronteriza. El Mtro. Aguilar Nery refiere la construcción cultural del espacio fronterizo como las antípodas de la organización espacial en las comunidades mesoamericanas, concebidas en su mayoría bajo una concepción céntrica del espacio. Pese a que el centro en la ciudad de Tijuana, al igual que muchas ciudades fronterizas, está dado por la línea fronteriza y la garita de paso, la formación de los espacios urbanos del norte de México también fue concebida bajo una lógica prehispánica de dispersión, propia de las sociedades de cazadores recolectores. De la misma manera, el proyecto de misiones que durante la colonia intenta erróneamente imponer centros urbanos para la mejor evangelización de los paganos, quedará desintegrado con la dinámica espacial impuesta por la frontera política con EU. Estos son algunos factores que señala el análisis de la concepción general del espacio de la ciudad de Tijuana en la ponencia del Mtro. Aguilar Nery.
Las actividades de la Semana de Antropología Fronteriza dan término con la presentación de la ponencia "Antropología y el estudio de las comunidades pesqueras de México: pescadores atuneros y sardineros en el puerto de Ensenada, B.C." del Mtro. Arnulfo Ochoa de la Universidad Pedagógica Nacional, Tijuana. La antropología de la pesca y del mar han sido temas, que si bien no son tan abundantes en la literatura antropológica contemporánea, se encuentran implícitos en las grandes obras como Los Argonautas del Pacífico Occidental de Malinowski. Los estudios etnológicos y antropológicos enfocados inicialmente al estudio de las sociedades exóticas, vuelcan su observación sobre comunidades pesqueras que, al igual que cualquier conjunto social, genera contradicciones y experiencias al interior del grupo. La investigación rescata varios puntos imprescindibles para comprender las relaciones familiares de los pescadores, tal es el caso de la ausencia del esposo o del padre durante períodos prolongados. Como consecuencia de este vacío, la familia ha de realizar alianzas y estrategias al exterior que garanticen la supervivencia del núcleo familiar. No obstante lo anterior, se señala que el medio marino representa para los pescadores, no sólo un peligro para proveer el sustento, sino que es un campo que les proporciona intensas y bellas experiencias propias de su oficio. En la investigación Ochoa denuncia también la pesca furtiva de algunas especies, pero antepone la importancia de la vida de muchos pescadores que han muerto salvando delfines y otras especies enredadas en redes o chinchorros. Distintos testimonios sobre la vida de los pescadores del puerto de Ensenada fueron expuestos en este trabajo que, además de ser un tema indispensable en la Antropología contemporánea, nos muestra cómo el antropólogo se involucra apasionadamente con su medio, interpretando, a partir de su atenta observación, el universo de relaciones establecidas entre la mar y los hombres.
Balance y perspectivas.
Como hemos visto, la región fronteriza no se restringe a la frontera política, sino que se encuentra en el mar, en las comunidades indígenas, en las limitaciones de la clase obrera, en las manifestaciones tradicionales y en los cambios de la sociedad en su conjunto. Haber conocido y discutido algunas de estas investigaciones sobre la región, es un paso importante para conocer los recursos académicos con los que se cuenta para echar a andar en un futuro cercano la enseñanza e investigación antropológica. La estrategia de presentar una semana de antropología en la Universidad Autónoma de Baja California, cumple así el objetivo de dar a conocer esta área de conocimiento entre un mayor número de estudiantes. Pese a que el evento no contó con importantes investigaciones realizadas en los estados circunvecinos del Noroeste de México, éste ha despertado expectativas sobre la enseñanza de la antropología, tanto a nivel de posgrado como en cursos optativos en las licenciaturas de las universidades.
Las tareas en un futuro buscarán consolidar un programa de educación superior en antropología fronteriza, con el fin de formar gente que pueda sumarse a proyectos de educación e investigación antropológica. Asimismo se considera la idea de construir a mediano plazo un centro de investigaciones antropológicas que recoja los intereses de investigadores que, a pesar de no haber participado en esta ocasión, se inscriben en la disciplina. Esperamos tener próximamente la participación de colegas situados del otro lado de la frontera, en donde la tradición antropológica se encuentra más consolidada que en la frontera norte de México.
El objetivo implícito de la I Semana de Antropología Fronteriza y del Noroeste de México se ve así cumplido al vincular intereses y esfuerzos encaminados a la formación y difusión de la antropología regional. Sin embargo, los frutos se verán en los próximos encuentros y, finalmente, en la divulgación que se realice de esta antropología que se gesta en la región fronteriza y en el Noroeste México.
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