"Discurso de bienvenida Foro Universidad y cambio de época (UNICAM) 2005"*

"Al filo de la fe:
La migración como metáfora de la vida espiritual"

Daniel G. Groody(1)

Conclusión

Aunque hay muchos retos en el mundo contemporáneo para creer en Dios, el retiro de Coachela les permite caer en la cuenta a estos inmigrantes que detrás de todas las comidas y todos los festejos, detrás de todas las pláticas e intercambios de historias personales, detrás de todos los trajes y las decoraciones, se encuentra presente el dar testimonio en palabra y en acción de que Jesucristo está entre ellos y se preocupa por ellos, vivencia que les abre a mayores posibilidades para creer. A lo largo del proceso descubren algunas verdades duraderas sobre la vida; el poder transformador del amor entregado con gratuidad, la felicidad del perdón, el deseo de ser transformado en algo nuevo, la atracción del amor, el encontrarse a Dios en lugares que no se hubiese esperado uno, y finalmente, el riesgo y la recompensa de entregarse al Dios de la vida. El descubrir que son amados y aceptados les permite a muchos de los inmigrantes arriesgarse. Les permite emigrar no solo físicamente sino también emocionalmente en relación así mismos y a los demás hacia un nuevo lugar, a una tierra nueva de fe en Dios y de unión en comunidad.

Coachela también nos recuerda que la Iglesia nace en los márgenes de la sociedad y que son estos mismos márgenes los que le dan vida a la Iglesia.(15) Jesús vivió y murió en estos márgenes y la Iglesia primitiva tomó forma en ellos también.(16) La fe de estos inmigrantes desafía a aquellos que como yo no vivimos en los márgenes o en las fronteras, sino que vivimos en ambientes académicos cercanos al centro de poder y de influencia. Estos inmigrantes ofrecen un desafío metafórico para emigrar de los espacios de comodidad de uno mismo a espacios de mayor posibilidad, aun cuando esto conlleve una mayor vulnerabilidad, especialmente mientras emigramos a aquellos lugares en donde menos esperamos encontrarlos con Dios.

Finalmente, mientras el modernismo es causa de muchas preguntas a la mentalidad actual, estos inmigrantes son causa de preguntas aún más desafiantes para el modernismo. La ignorancia de sus sufrimientos y su muerte prematura indica que las fronteras no son solamente políticas sino también son una construcción intelectual. Este tipo de barreras nos lleva ya sea a construir barreras aún mayores de segregación e insensibilidad, o a destruirlas para formar comunidad y solidaridad los unos con los otros. Más aún, haciendo eco de Johann Baptiste Metz, si dejamos de preocuparnos por las "no-personas" o aquellos que sufren, mi vida pierde sentido.(17) La capacidad de los inmigrantes de encontrar la fe en contextos de muerte, de alabar a Dios en medio de la adversidad, de darle gracias a Dios por interminables bendiciones en medio de la escasez y la necesidad, conforma la revelación de la capacidad perenne de creer. Si la "inmigración" llegase a formar parte íntima de la forma en que cada ser humano definiese su identidad no trataríamos a estos recién llegados como amenazas, sino como testigos de que el Dios de la vida está vivo entre nosotros. Los inmigrantes revelan que la migración no es solamente un fenómeno sociológico sino una verdad teológica, es una reflexión de que todos estamos en el proceso de migrar en esta vida mientras recorremos en la esperanza de la promesa del reino de Dios.

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