Pluralidad Étnica y Discriminación Social



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Pluralidad Étnica y Discriminación Social

Por: Dra. Laura Velasco Ortiz.

Migración indígena y geografía étnica en Baja California.

     Según el conteo de población y vivienda de 1995, el estado de Baja California, con 22,577 hablantes de lengua indígena mayores de 5 años, es el tercero en orden de importancia por el número de población que conserva una lengua indígena, respecto del resto de las entidades fronterizas del norte de México, después de Chihuahua y Sonora. Sin embargo, en términos de diversidad lingüística, esta entidad ocupa el primer lugar en el contexto fronterizo, ya que el mismo censo registró una variedad de 56 lenguas indígenas en su territorio; de las cuales cinco son consideradas lenguas nativas y el resto "lenguas no locales o migrantes".

     A diferencia de estados como Chihuahua y Sonora, que poseen una población de habla indígena nativa importante en número, como son los tarahumaras en el primero y los mayos y yaquis en el segundo, en Baja California sólo el 3.3 por ciento de la población de habla indígena conserva una de las lenguas indígenas nativas como el kiliwa, paipai, kumiai, cochimi o cucapá; el restante 97.30 por ciento de población de habla indígena residente en la entidad practica una serie de lenguas indígenas no locales.

     Entre las lenguas no locales se encuentran algunas de gran vitalidad demográfica y cultural como son el mixteco y el zapoteco, junto con otras de menor vitalidad como el triqui. Estas tres lenguas forman parte de la segunda más importante familia lingüística en el país: la mixteco-zapotecana. En Baja California estas tres lenguas tienen una presencia significativa; sólo la población hablante del mixteco mayor de 5 años en el estado representa el 54.89 por ciento del total de hablantes indígenas en dicho territorio y en conjunto con el zapoteco y trique, constituyen el 71.52 por ciento de la totalidad de hablantes indígenas en la entidad. De acuerdo al área de origen de estas lenguas, el estado de Oaxaca es un punto expulsor importante de población indígena hacia este estado fronterizo.

     La misma fuente de información presenta la existencia de otras lenguas no locales que sobresalen por el número de hablantes: purépecha (7.06 por ciento), nahuátl (5 por ciento), maya (1.65 por ciento), yaqui (2.06 por ciento) y otomí (1.56 por ciento). Estas lenguas, aunque con proporciones menores a las oriundas de Oaxaca, incrementan la diversidad étnica en el estado.

     En conjunto, la presencia de estas lenguas indígenas en Baja California es resultado de corrientes migratorias que se originan desde diferentes zonas indígenas del territorio mexicano, cuyo destino es la frontera mexicana o bien los Estados Unidos, ya que diversas investigaciones del lado estadounidense han reportado una importante presencia de indígenas mexicanos en los campos agrícolas de California. Resulta evidente la contribución de la migración en el incremento de la población indígena en Baja California, así como en su diversificación lingüística.

     Al universo de lenguas indígenas descritas, nativas y migrantes, se agrega el idioma español que practica la mayoría de los hablantes indígenas en forma bilingüe y el resto de la población en el estado, así como el inglés y otros idiomas que hablan algunas minorías de migrantes extranjeros de origen italiano, chino, japonés. La interacción social de la población bajacaliforniana con los Estados Unidos se expresa, también, a través de relaciones lingüísticas, que han incorporado el idioma inglés como una lengua más de uso cotidiano entre una capa importante de la población residente en la entidad. La condición fronteriza de Baja California hace más complejo el mosaico lingüístico formado por el conjunto de lenguas indígenas nativas y migrantes, y por el español, alterando las relaciones de poder que existen entre ellas en la dinámica de la cultura nacional.

     Es difícil tratar de construir un retrato conjunto de grupos étnicos que poseen historias y formas de reproducción social y cultural tan distintas; sin embargo, en la actualidad tienen en común vivir en un territorio política y administrativamente constitutivo del estado de Baja California. La configuración étnica del estado es mucho más compleja que la simple distinción indígena mestizo. La inmigración de poblaciones de origen japonés, chino, ruso, italiano y más recientemente de origen estadounidense en toda la costa de la península, así como la diferenciación entre los mestizos de acuerdo con su origen regional, constituyen en conjunto el escenario étnico bajacaliforniano donde confluyen las poblaciones indígenas nativas y migrantes.

     Es importante reconocer el significado cultural que sugiere esta condición multilingüe de la entidad, ya que representa una diversidad étnica que condiciona buena parte de las relaciones sociales y los procesos culturales que suceden en este territorio fronterizo. Si bien esta diversidad étnica constituye una potencial riqueza social y cultural, también representa un reto a la convivencia cultural y el respeto a las diferencias étnicas, sin que se agregue a las múltiples fuentes de dominación, subordinación y discriminación que dominan las relaciones sociales, generando situaciones sociales de tensión y violencia social.


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February 16, 2015