LA POLÍTICA DE SEGURIDAD DE LOS ESTADOS UNIDOS Y SUS REPERCUSIONES ECONÓMICAS EN LA FRONTERA NORTE



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LA POLÍTICA DE SEGURIDAD DE LOS ESTADOS UNIDOS Y SUS REPERCUSIONES ECONÓMICAS EN LA FRONTERA NORTE


Víctor Manuel López Álvarez

William C. Gruben, Vicepresidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas y Director del Centro de Economía Latinoamericana (que depende de dicha institución), sobre la base de los resultados de un modelo econométrico, estima que más del 80% de la caída del empleo en las maquiladoras mexicanas en 2001 y 2002 puede explicarse por los cambios en la demanda agregada de Estados Unidos y de los costos de hacer negocios en México.21 "80 por ciento no es 100 por ciento" afirma Gruben -, "claramente se requiere algo más que la producción industrial estadounidense, la tasa real de cambio y las fluctuaciones salariales para explicar las fluctuaciones en las maquiladoras".22

Pensamos que en el restante 20 por ciento, se incluyen los efectos de las medidas de seguridad nacional tomadas por el gobierno norteamericano, inmediatamente después de los ataques terroristas del 11 de septiembre. En agosto de 2004, el Presidente del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora de Exportación, Daniel Romero Mejía, aseveró que "de 2001 a 2003 se perdieron alrededor de 240 mil empleos por el cierre de líneas de producción o de establecimientos del ramo"; que "en junio de 2001 se tuvo un máximo histórico de 3 mil 735 establecimientos de maquiladora, pero "luego de los atentados terroristas al final de 2001- se redujo esa cifra a tres mil 279".23 Al término de 2004, el número de maquiladoras había bajado a 2,821 (véase de nuevo el cuadro 4).

Empero, también hay que tomar en cuenta que en 2001 entró en vigor una nueva regulación del TLCAN, la cual hizo las operaciones de las maquiladoras más difíciles, costosas y riesgosas en México. El artículo 303 del TLCAN prohibió las reducciones de tarifas para las importaciones de países no adheridos al mismo. Esto afectó a empresas que importaban desde Asia para ensamblar en México y luego exportar a Estados Unidos; y, como corolario, algunas empresas desplazaron sus operaciones hacia otros sitios del mundo, principalmente Asia.

Aunque también hay que considerar el "factor china". Sobre todo en lo que se refiere a los muy bajos costos de la mano de obra en ese país; así como a la "subvaloración" de su moneda, el renminbi, en relación con otras divisas, principalmente el dólar estadounidense.

En lo referente al número de empleos generados por las maquiladoras a través de los últimos años, en las gráficas 2 y 3 se observa que, después de haber alcanzado un máximo histórico en octubre de 2000 (del orden de 1 millón 348 mil), descendió a un ritmo acelerado durante 17 meses consecutivos hasta alcanzar cerca de 1 millón 50 mil en marzo de 2002; de aquí en adelante se registraron muy moderados altibajos en torno a una tendencia al estancamiento, con un mínimo de aproximadamente 1 millón 46 mil empleos en julio de 2003. No es sino a partir de enero de 2004, con 1 millón 61 mil, cuando se observa un viraje hacia la recuperación de los empleos perdidos; y en marzo de 2005 se logró llegar a 1 millón 160 mil; cifra apenas superior a la correspondiente a agosto de 1999 (1 millón 157 mil), pero 16 por ciento inferior a la máxima histórica de octubre de 2000.

Se antoja de la mayor pertinencia destacar que, a pesar de los avances en algunas empresas maquiladoras, que podrían catalogarse dentro de las llamadas empresas de "segunda" y "tercera" generación, la industria en su conjunto se sigue basando en la "ventaja comparativa" de la mano de obra barata y de la localización; y que dicha industria todavía no rebasa el fatal 2 o 3% del valor de los insumos de origen nacional, por no decir que regional, del valor total de los productos fabricados; y que por tanto -, aún persiste en su condición de "enclave exportador".24 Consecuentemente, en general las maquiladoras no se arraigan en la región y - si los costos locales se elevan-, pueden fácilmente desplazarse hacia otros países. Esto sugiere que las maquiladoras pueden ser más sensibles que otras empresas exportadoras ante cambios en costos y en la demanda; "puede que se expandan rápidamente cuando los tiempos son buenos, pero puede también que se contraigan de manera muy drástica cuando los tiempos son malos";25 esto ha sido llamado por Gordon H. Hanson, profesor de la Universidad de California en San Diego, con la expresión harto sugerente de "efecto látigo" ("bullwhip effect"). 26

c) Las repercusiones en el turismo

Estados Unidos es el mercado más importante para los destinos turísticos mexicanos, ya que los estadounidenses constituyen el 88% del turismo de "internación" recibido por México; principalmente los que provienen de Texas y California, los que en conjunto representan un poco más del 40% de dicho flujo.27 En 2004, México recibió alrededor de 21 millones de turistas de todo el mundo; de los cuales, el 56% correspondieron al llamado turismo "de internación" y el restante 44%, al turismo fronterizo (viajeros fronterizos que pernoctan; a diferencia de los viajeros fronterizos que no pernoctan, los cuales se designan por la expresión de "excursionistas fronterizos").

Cabe hacer notar que en 1995 y 1996 la cantidad de los turistas fronterizos que ingresaron al país fue, en cada uno de esos dos años, de alrededor de 12 millones y medio, que representaron alrededor del 62% del monto total de turistas que ingresaron al país; es claro que el mayor número de este tipo de turistas, tanto en términos absolutos como relativos, en gran medida fue efecto del fenómeno devaluatorio que en esos años padeció la moneda mexicana frente al dólar. Desde entonces, sobre todo durante el lapso comprendido entre 1997 y 2003, la cantidades anuales fueron de entre 9 y 10 millones de turistas fronterizos; y las proporciones respectivas se estabilizaron en torno al 49% (lo que significó prácticamente la mitad). Y no es sino hasta 2003 cuando se resiente una baja hasta alcanzar un nivel de alrededor de 8 millones, magnitud que se traduce a 44.5% del total de turistas que procedieron del exterior. Si bien, en 2004 el número de los turistas fronterizos aumentó a un poco más de 9 millones y medio; el porcentaje en relación con el total de los turistas que ingresaron a México, en ese año, disminuyó a 44% debido a que el número de los turistas de "internación" creció con un poco más intensidad que el de los turistas fronterizos, al variar de 10.3 a 11. 5 millones (véase el cuadro 6).

Ahora bien, si en el cuadro 6 se analizan las cifras referentes al número de viajeros fronterizos (es decir, la suma de turistas y excursionistas fronterizos; o sea, los que pernoctan y los que no lo hacen); se observa que, tras un constante aumento anual en el número de viajeros fronterizos durante el período comprendido entre 1995 y 2000 - año este en el que se alcanzó un máximo de 91.6 millones de personas-, a partir de 2001 se registraron descensos sucesivos hasta un monto de 77 millones de visitantes en 2003, lo que se traduce en una baja porcentual en cuatro años del orden del 16%. No es sino en 2004 cuando se aprecia un viraje en esta tendencia negativa a otra positiva, dado que en ese año la cantidad de este tipo de viajeros fue de 81.2 millones; sin embargo, cabe hacer notar que todavía no se han logrado recuperar los 91.6 millones que se registraron en 2000 y que la magnitud correspondiente a 2004 se queda corta en casi 13% en relación con la de 2000.

Apenas hace unas semanas, el pasado 23 de mayo, el Secretario de Turismo de México, Rodolfo Elizondo, expresó la consideración de que "luego de los sucesos del 11 de septiembre el turismo fronterizo cayó"; y señaló que la violencia y la inseguridad registradas en la frontera norte del país podría estar influyendo en la lenta recuperación de la actividad turística en la región. Explicó que mientras que, en general, en los polos turísticos a los que llegan los extranjeros se registra un crecimiento de 12%, "en la frontera sólo logramos aumentar el 2% sobre el número de turistas que teníamos antes del 11 de septiembre de 2001".28

Mucho está influyendo en esto el llamado del gobierno norteamericano para que los estadounidenses no crucen la frontera debido a la violencia que azota a la región. En enero de 2005 el Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió una advertencia a los ciudadanos norteamericanos sobre la situación de la seguridad en la región de la frontera norte de México, donde los asesinatos y secuestros se ha incrementado, y ha habido una escalada en la guerra entre narcotraficantes.

A este propósito, el pasado 13 de mayo el embajador de los Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, Jr., declaró en la Cumbre "Hemispheria 2005" realizada en Nuevo León:

"Desafortunadamente y a pesar de los éxitos que hemos logrado, nuestro intercambio económico y cultural con México sigue estando amenazado por la violencia relacionada con los narcóticos, la cual continúa y es mortal a lo largo de la frontera. Los cárteles de la droga y la violencia que han traído a la región están destruyendo el entramado económico y social de nuestras comunidades. Si no se controla esa violencia...va a afectar grandemente la inversión y el turismo, en especial en la zona fronteriza. Hace dos semanas, solicité al Departamento de Estado que ampliara la vigencia del anuncio público con respecto a la violencia en la región fronteriza".29

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February 16, 2015