El Riesgo de definirse así mismo en plena libertad: Una lectura fronteriza del testimonio del hombre curado de ceguera en Juan 9, 24-34



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"El Riesgo de definirse así mismo en plena libertad:
Una lectura fronteriza del testimonio del hombre curado de ceguera en Juan 9, 24-34"


Víctor Carmona González(1)

El crecimiento intelectual y espiritual del hombre curado de ceguera parece confirmar la hipótesis inicial en un nivel más profundo. Detrás del enfoque en el pecado por la curación en sábado, el cuestionamiento que hacen los fariseos por segunda ocasión al hombre curado en Jn 9:24 -34 esconde también una dinámica de control fallido sobre la identidad de Jesús. Un fallo que ahora se extiende al hombre curado sobre quien pierden el control, pues ya parece no reconocer en ellos autoridad alguna sobre él.(18) Apoyándome en el paralelismo identificado anteriormente con Jn 5:1-18, cabe recordar que el hombre paralítico no reaccionó igual. No creció igual. No encontró su libertad por igual. Se sometió ante los fariseos. Se permitió definir por ellos. Y es en esta libertad lograda por el hombre curado de ceguera que su sencillez y confianza ante el significado de su curación ese hombre tiene que venir de Dios (Jn 9:25 y 33) se ven confirmados por Jesús. Jesús le abrió la puerta para su liberación, no le pidió permiso para curarlo (no pidió permiso para irrumpir en nuestro mundo) pero el hombre tuvo que cruzar la puerta haciendo uso pleno de su libertad para gozarla en plenitud. Esto es una paradoja, pero es una que apunta a la naturaleza misma de Dios.

Aunque aquí entro un poco al terreno de la teología por la puerta de la exégesis, quiero echar al menos un vistazo: Jn 9:6 parece hacer eco de la creación y por lo tanto de la identidad y la naturaleza misma de Dios compartida con la humanidad. La Palabra hizo al hombre de barro, y curó al hombre con barro (Gn 2:7, Jn 1:3, Jn 9:6). Me gusta pensar que este texto señala a Jesús compartiendo con el hombre (¿o acaso haciéndole recordar?) lo más íntimo de su naturaleza divina y su naturaleza humana. Algo que nos hace dioses (Jn 10.34-35) y plenamente humanos: Nos da la libertad para definirnos a nosotros mismos. Los fariseos fallan en definir y por lo tanto controlar a Jesús porque es el Logos, y el Innombrable de Ex 3:14 (aunque no es este parte del lenguaje juanino pienso que es connatural a su teología, a su experiencia de Dios). Fallan en definir y acorralar al hombre curado de ceguera porque encuentra su libertad y dignidad. ¿Acaso la humanidad comparte esa dignidad con el Padre?. ¿Acaso el hombre curado de ceguera nos hace recordar que las fronteras impuestas a nuestra identidad lo son por la fuerza?(19) ¿Acaso nos recuerda el respeto que se debe a quien dice llamarse "Yo soy el que soy" y sus hijos? Pienso, en base a los argumentos presentados hasta el momento, que la respuesta es positiva a todas estas preguntas. Aún así, Jn 9:24-34 demuestra a un hombre que no usa esa libertad recién encontrada para caer en el individualismo, sino para abogar en fidelidad por la Luz en contra de la oscuridad, para abrirse al servicio de su Señor, y en ese sentido, al de toda la humanidad.

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February 16, 2015