Para una Universidad Distinta Diez Apuestas de la Universidad de la Compañía de Jesús en la Actualidad
Estos principios son ambiciosos, probablemente radicales. Fernando Fernández Font, S.J., rector de la UIA Puebla, dice que "toda acción de amor es una acción desmesurada". En efecto, el amor no tiene medida, es redundante, subversivo, trasformador, utópico, incontrolable. La acción que propone la Compañía de Jesús es, finalmente, una acción de amor, porque tiene su último sentido en ver cómo Dios nos amó, dice Ignacio. Pablo Latapí dice: "Mala es una educación en la que no cabe la compasión; mala también es aquella que llevada por el culto a la racionalidad, pretende que la existencia humana sea cabalmente inteligible e ignora sus contradicciones; mala la que aspira a formar un liderazgo que es autosuficiencia y separa de los demás; mala la que ignora que somos seres en el límite, algunas veces ganadores y muchas perdedores".7 La actual religión del looser, importada de Estados Unidos, contradice una educación que sirve para la vida, que prepara para triunfar y también para sobrellevar las derrotas. Nuestra espiritualidad es muy clara, es la de Ignacio de Loyola. Y esta espiritualidad que también nos capacita para intentar realizar, como universidad, lo que queremos hacer y estar preparados para triunfar y, si es el caso, para aprender de la derrota. De nuevo cito el informe de la Comisión Delors para la UNESCO: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a hacer y aprender a convivir es lo central que hemos de trasmitir en nuestras universidades.
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