Claves de la Ratio Studiorum para la Lectura de la Propuesta Educativa



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Claves de la Ratio Studiorum para la Lectura de la Propuesta Educativa de la Compañía de jesús Hoy

Dr. Esteban Ocampo

 5. La consideración en torno a tiempos, lugares y personas, como criterio básico para la aplicación de cualquier recomendación, norma o precepto. Es importante ver como en la Ratio Studiorum, algunas normas de los estudiantes de Primer Ciclo son compartidas con los de Estudios Superiores, pero esto no es lo más común, precisamente por ello se encuentran reglas diferentes para ellos; y aún puede distinguirse esto al pensarse que la lógica de la enseñanza y del aprendizaje es diferente para las materias. No es lo mismo enseñar retórica que teología, así como no es igual compartir con los estudiantes resistencia de materiales que diseño de plantas. En las revisiones que se hicieron en el siglo pasado, por ejemplo en 1906, se recomienda que en cada nación o provincia se haga una aplicación de la Ratio según las necesidades y posibilidades de las regiones. Pero no solamente esto, cuando se refiere a las vacaciones, a la distribución de los horarios y otras reglas, insiste constantemente que sean consideradas las circunstancias de los estudiantes y de las costumbres de cada país. He allí el criterio de flexibilidad de que tanto hablamos los educadores en el momento de proponer currículos para nuestras instituciones. Esta flexibilidad tiene que ver con la capacidad que la propuesta tiene para adaptarse crítica y creativamente a las circunstancias a partir de una estructura suficientemente sólida y fundamentada; sin ésta, no estaríamos hablando de un sistema flexible, sino de una anarquía que en nada contribuye a las intencionalidades formativas que pretendemos.21

6. Por supuesto otro de los principios que tienen una actualidad especial para la vida de las instituciones educativas de la Compañía de Jesús es la consideración en torno al Magis que bien lo pudiéramos traducir hoy en términos de la Excelencia Humana y Académica que esperamos de todas las personas que participamos en los procesos educativos. El Magis, que hace referencia a buscar y hacer siempre lo mejor para la Gloria de Dios, es condición del perfeccionamiento al que estamos llamados todos los Cristianos, pero en particular para las Instituciones Educativas de la Compañía de Jesús se convierte en una exigencia ineludible, como advierte el P. Pedro Arrupe, al referirse a la necesidad de poner en nuestros centros, claves que permitan identificarlos claramente como Ignacianos, advirtiendo además que: "No se trata de actitudes snobistas o arrogantes, ni es complejo de superioridad";22 es sólo para que se sepa quiénes somos. El Magis debe distinguir a todo estudiante y egresado de un Colegio, Escuela o Universidad de la Compañía, y este Magis no se resuelve en que él sea un gran académico o profesional, sino en que aquello que posee, lo ponga al servicio de los demás y que además ayude a mejorar las condiciones de vida de los excluidos de la sociedad, con lo cual estará contribuyendo a construir El Reino; es decir obrando A Mayor Gloria de Dios.

7. El enseñar a pensar expresado en reglas como "procúrese que se entiendan bien a los escritores y se aprenda". Como lo expresa el P. Bertrán. Quera:23 "Es evidente que la concentración mental y de ánimo se requería para cualquiera de los ejercicios escolares presentados por la Ratio Studiorum al alumno. Muchos de ellos eran sólo propedéuticos y subsidiarios para dotarle de instrumentos válidos, que apuntaban a otro objetivo último: el de enseñarle a pensar por sí mismo...Siempre la pedagogía de los jesuitas... se ha propuesto por medios prácticos enseñar a pensar y a razonar a sus alumnos, precisamente porque quiere prepararlos para que puedan influir social y apostólicamente en los demás". En los años recientes, en el informe Delors24 se nos recuerda esta exigencia como uno de los pilares básicos de la educación.

8. El encuentro con los otros para el aprendizaje; la oportunidad para la socialización de las dudas y las certezas, de los resultados y sus procesos. Antes en la forma de disputas, examen público, discusiones, debates, certámenes, academias, entre otras tantas estrategias empleadas, hoy como foros, simposios, puestas en común, eventos de socialización, pero siempre con el supuesto básico de que el conocimiento se alcanza en mayor grado en cuanto los aprendices pueden salir al encuentro con el otro y sus saberes; y que una de las manifestaciones de haber alcanzado tal saber es poder presentarlo a los demás y defenderlo con sus argumentos o cambiarlo de acuerdo a los mejores argumentos de los demás. Estas actividades más relacionadas con lo que conocemos como trabajo en equipo o en grupo, siguen siendo acompañadas del trabajo individual, por medio del cual cada estudiante se enfrenta a su propia condición, a la elaboración y construcción en clave de su propia historia y de sus propios conocimientos, tal como se ha expuesto en el apartado anterior sobre el aprender a pensar. Finalmente, estos procesos grupales e individuales, están acompañados de la tutoría, ese acercamiento personal que hace el maestro para mostrar pistas, abrir caminos, mostrar nuevas relaciones y ordenar lo que parece confuso o está errado. Es decir, no se trata de una visión puramente sociologista del aprendizaje, sino más bien el reconocimiento de la importancia del encuentro con los pares en un claro y decisivo personalismo educativo.

 

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February 16, 2015