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EL FLUJO CENTROAMERICANO(1)
IRREGULAR CON DESTINO
A LOS ESTADOS UNIDOS:
LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
DE LA VULNERABILIDAD
Vladimiro Valdés Montoya, S.J.
La vulnerabilidad de los tramis frente a estos peligros tampoco es natural, en cuanto que es consecuencia de la decisión de las autoridades migratorias de los países de tránsito y destino, de negarles sistemáticamente los permisos correspondientes, ubicándolos así en una situación de ilegalidad o irregularidad, en virtud de la cual les quedan secuestrados de facto sus derechos humanos (ONU/CDH, 2003: 9/17 y 18).
En el mismo sentido, la impunidad de todos aquellos que intervienen en la violación sistemática de los derechos humanos de los tramis, tampoco es un fenómeno natural, en cuanto que constituye la contraparte directa y necesaria de la vulnerabilidad de los mismos. Estamos hablando de la impunidad de gobiernos, autoridades gubernamentales, particulares, grupos sociales y sectores económicos y políticos. Vulnerabilidad e impunidad son el binomio relacional que expresa la correlación de fuerzas entre los distintos actores de un determinado fenómeno social, en este caso el de los tramis. En otras palabras, la vulnerabilidad de los tramis es directamente proporcional a la impunidad de todos aquellos que intervienen en la violación de sus derechos humanos, amparados en el previo dictamen jurídico de ilegalidad de los mismos.
La corrupción (ONU/CDH, 2003: 7/9 y 10; 9/19-21) de los aparatos gubernamentales de contención de los flujos migratorios en la zona fronteriza México-Centroamérica, tampoco es natural, ni una fatalidad, ni la excepción a la regla. La corrupción de los aparatos gubernamentales que tienen que ver con el fenómeno migratorio en esta zona es la regla y no la excepción, lo mismo que la impunidad de la que gozan. Así, corrupción e impunidad son las dos caras de una misma moneda. Este binomio de corrupción/impunidad surge de la decisión política de aplicar la ley con pretensiones de solución, para enfrentar un problema que no es de índole legal, sino laboral. Esto es lo que pervierte la ley en su totalidad y desde su raíz; es lo que promueve el binomio corrupción/impunidad de gobiernos, autoridades gubernamentales, particulares, grupos sociales y sectores económicos y políticos; y es lo que explica los vacíos de la ley(38), pues éstos son la condición de posibilidad del ejercicio de la discrecionalidad arbitraria de la autoridad (ONU/CDH, 2003: 14/35), y son la protección que hace efectiva la impunidad de la misma.
El binomio corrupción/impunidad cumple una amplia variedad de funciones, entre las cuales destacan las siguientes:
Mantiene la necesaria porosidad de las fronteras, lo cual mantiene abierto el paso para los tramis, sin que por ello pierdan su condición de indocumentados.
Permite la satisfacción de la demanda de mano de obra barata de los empleadores estadounidenses, al mismo tiempo que facilita la demagogia política para los que quieren escuchar el discurso de las fronteras seguras y de las políticas de mano dura contra los ilegales, tanto en Estados Unidos como en México.
Es una válvula que se puede manejar con absoluta discrecionalidad, en casos de emergencia, para intentar administrar algunos flujos migratorios.
Es un ámbito bajo control, propicio para golpes espectaculares contra la delincuencia, en casos de emergencia política, para recuperar credibilidad en la ilusión de una frontera segura y controlada.
Es un factor sustancial de compensación de los bajos salarios y de las precarias condiciones laborales en que trabaja el personal del INM y de sus corporaciones coadyuvantes, especialmente las municipales. En última instancia es una fuente de subsidio irregular al erario público.
Es un factor importante de selección de los flujos de tramis, en función de los montos de los recursos económicos con que cuentan para aceitar la máquina.
Y por ello también juega el papel de instrumento para desalentar-administrar los distintos flujos migratorios.
Esto es lo que explica por qué la mayoría de los funcionarios, desde los jefes hasta los policías municipales, carecen de una formación en derechos humanos de los tramis; por qué, tanto los organismos como los programas, adolecen de una insuficiencia endémica de recursos humanos y materiales para cumplir con las funciones que les son asignadas; por qué carecen de mecanismos de contraloría interna en materia de derechos humanos; por qué se solicita la coadyuvancia de organismos gubernamentales NO especializados en la materia de migración y NO mandatados legalmente para cumplir tareas en la materia, como son las distintas policías judiciales y municipales, el ejército y la marina; por qué siempre hay un vacío legal que sustenta la impunidad, etc.
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