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EL FLUJO CENTROAMERICANO(1)
IRREGULAR CON DESTINO
A LOS ESTADOS UNIDOS:
LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL
DE LA VULNERABILIDAD
Vladimiro Valdés Montoya, S.J.
Otro flujo que transita por esta frontera es el de los transmigrantes irregulares de América del Sur que atraviesan Centroamérica y México hacia los Estados Unidos. Este flujo ha ido creciendo también durante la última década, y presenta un marco de necesidades muy parecido al del flujo centroamericano, con una variable. Tal vez por la distancia, este flujo tiende a utilizar medios de transporte más caros que el flujo centroamericano. Por lo mismo sus problemas de intercepción y detención suelen estar más hacia el centro-norte del país que en la frontera sur. Por lo pronto, a la vanguardia de este flujo se encuentran ahora, según los reportes del INM, Ecuador, Colombia, Dominicana y Perú (ver gráficas de la 1 a la 12). En 1998 el flujo ecuatoriano rebasa nuevamente lo 500 deportados; en 1999 rebasa los mil; en el 2000 llega a más de 4,400, y en el 2001 rebasa los 5,500. Desde hace aproximadamente un año, estos flujos son concentrados en la estación migratoria de la Ciudad de México, de donde son deportados a sus respectivos países.
Otro flujo es el de los transmigrantes irregulares extracontinentales (Asia, Europa del Este, Oriente Medio, India, África, etc.) que cruzan Centroamérica y México hacia Estados Unidos. Es un flujo que llega con una alta dosis de migrantes en busca de refugio o asilo político, sobre todo en Estados Unidos.
Este flujo es muy pequeño y se ha mantenido durante muchas décadas. Sin embargo, a partir de la cruzada antiterrorista de los Estados Unidos, ha crecido de manera espectacular. Uno de los problemas más fuertes que enfrenta es la corrupción total, a todos los niveles, del centro de detención del INM en el D.F. (ONU/CDH, 2002: 12/30 y 13/31 a 34). Es un flujo que, por lo regular, viene organizado por traficantes profesionales, y sobre el cual se orquestan miles de presiones por la red de corrupción y complicidades sobre la que avanzan.
Antes del 11 de septiembre del 2001 podían llegar casi directamente a la frontera con los Estados Unidos, y hacer ahí su solicitud de asilo o refugio. Ahora la mayoría son detenidos en México en diferentes centros de detención, y concentrados en el centro de detención del DF. Cada vez es más el tiempo que tienen que pasar en las estaciones migratorias.
A futuro no se puede descartar, sin más, la afluencia de posibles flujos de refugiados de algunos países del continente, tomando en cuenta las condiciones de extrema miseria en algunos de ellos, y las condiciones políticas, en algunos otros, de extrema inseguridad, fragilidad e inestabilidad política y social.
Ahora hay que tomar en cuenta las consecuencias predecibles en la materia, en el contexto de la guerra norteamericana contra el terrorismo y contra los países del eje del mal.
Finalmente, no podemos dejar a un lado a los jornaleros agrícolas migrantes internos, sólo por el hecho de que no cruzan una frontera internacional en su ruta migratoria, pues responden, de alguna manera, a las mismas dinámicas estructurales de la economía a las que están asociados los tramis.
Son trabajadores agrícolas que van de los estados del sur a los estados del noroeste del país(18); que buscan trabajo en regiones de producción agrícola intensiva y temporal; que incluyen un grupo importante de indígenas oriundos de zonas extremadamente deprimidas del país(19); que sufren condiciones de trabajo de semi-esclavitud(20); que son mayoritariamente jóvenes(21); que migran mayoritariamente en familias nucleares y extensas(22); que una cuarta parte de los mismos son nómadas permanentes sin casa en sus pueblos de origen(23); y que en su mayoría mantienen, por lo pronto, un esquema migratorio circular.
Podemos suponer, con mucha seguridad, que estos flujos se van a incrementar, sobre todo con las consecuencias sociales posibles de la entrada en vigor del apartado agrícola del TLCAN, del incremento a los subsidios al campo en EE UU, y de la implementación de los proyectos contemplados en el PPP.
4. CRISIS ECONÓMICAS EN CENTROAMÉRICA Y FLUJOS MIGRATORIOS.
Por lo regular, las causas de la migración están vinculadas a determinados tipos de violaciones de derechos humanos. En el caso de los refugiados y asilados políticos antes mencionados, su desplazamiento forzoso se debió a la pérdida de garantías a su seguridad, la de sus familias y la de sus bienes. Y en el trasfondo causal del desplazamiento de los tramis, es común encontrar una ausencia crítica de los derechos económicos, políticos, y culturales en sus países de origen.
En la mayoría de los países de la región, excepto Costa Rica, hablamos de economías predominantemente agrícolas y volcadas al mercado externo, prácticamente hasta la fecha. La incipiente industrialización de los años 60 y 70, en el marco del MCCA(24), no alcanzó a romper esta dinámica de producción agrícola de exportación, vinculada a un mercado interno permanentemente deficitario, a un persistente esquema polarizado de distribución del ingreso, y a una crisis fiscal endémica (Castillo/Palma, 1996: 81)(25).
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