EL FLUJO CENTROAMERICANO(1) IRREGULAR CON DESTINO A LOS ESTADOS UNIDOS: LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA VULNERABILIDAD

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EL FLUJO CENTROAMERICANO(1) IRREGULAR CON DESTINO A LOS ESTADOS UNIDOS: LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA VULNERABILIDAD

Vladimiro Valdés Montoya, S.J.

8. CONCLUSIONES.

Si analizamos el fenómeno migratorio como lo que es, es decir, como un problema social ubicado en el mercado internacional del trabajo, resulta que, en el caso de los tramis centroamericanos, la demanda de trabajadores se ubica en Estados Unidos, y la oferta de mano de obra se ubica en Centroamérica. En este caso, México es el país de transito o el país obstáculo. En sentido estricto, los tramis centroamericanos -e incluso los extraregionales y los extracontinentales-NO significan, bajo ningún punto de vista, ningún problema o peligro potencial para México, puesto que sus países de destino son Estados Unidos o Canadá. De modo que, cuando el gobierno mexicano decide sellar la frontera con Centroamérica, no está defendiendo o protegiendo los intereses nacionales mexicanos, sino los intereses estadounidenses. En este sentido, el gobierno mexicano depende del gobierno norteamericano en cuestiones de política migratoria en todas sus fronteras, pero especialmente en su frontera sur. Dicho de otra manera, el que viola la soberanía mexicana al imponerle una determinada política migratoria es el gobierno de Estados Unidos, y no los flujos de tramis que intentan cruzar su territorio en su camino hacia el norte.

La mano de obra barata de los tramis es una necesidad estructural para la economía norteamericana (Bustamante, 1994: 43), especialmente para su sector agrícola, bajo la premisa de criminalizarla desde el ámbito de la legalidad, como condición de posibilidad para sobreexplotarla después, y una válvula de escape para las economías de los países de origen, en este caso para las centroamericanas (Castillo/Palma, 1996: 103; Ocampo, 2002: 245).
Esta operación socialmente construida como una manifestación de poder, en un marco de relaciones asimétricas del mismo, le permite a la economía norteamericana:

Esta es la razón estructural por la cual, las políticas de contención y sus distintos operativos policíaco-militares, implementados por el gobierno de Estados Unidos y reproducidas por el gobierno de México, no alcanzan a detener el flujo migratorio creciente de tramis centroamericanos. Las políticas legaloides de contención y sus operativos policiaco-militares, no están concebidos para detener los flujos migratorios, sino para criminalizar la MO de los tramis y, con ello, construir la mayor asimetría posible de poder entre los mismos y sus posibles empleadores, en el mercado internacional de la fuerza de trabajo. (Bustamante, 1994: 38; 49).

La interpretación del fenómeno de los tramis centroamericanos como un problema de legalidad/ilegalidad, ubicado en el ámbito del derecho, especialmente en el campo de las doctrinas de soberanía y seguridad nacionales, pervierte el análisis de la situación de los derechos humanos de los tramis, lo empantana en un supuesto conflicto de derechos y soberanías y hace materialmente imposible la defensa de los mismos, tanto en el ámbito sociopolítico, como en el ámbito propiamente jurídico (ONU/CDH, 1998; Castillo/Palma 1996: 45).

Esta extrapolación del derecho de soberanía a la criminalización legaloide de los tramis, no se adecúa a la naturaleza internacional de este fenómeno ni a los factores que lo estimulan, tanto en los países de origen como en los de destino. Encomendar la política migratoria a los organismos policiaco-militares en las fronteras, pervierte la naturaleza del fenómeno y obstaculiza una gestión adecuada del mismo, en toda su complejidad económica y socio-cultural (Ocampo, 2002: 248).

Analizar el fenómeno de los tramis como fenómeno social de carácter laboral, ubicado en el mercado internacional de la fuerza de trabajo: a) ayuda a comprender la dinámica estructural que da cuenta de su racionalidad económica; b) ubica las políticas migratorias legaloides con sus especificidades, límites y posibilidades, en el marco de la racionalidad económica del mercado internacional de fuerza de trabajo del fenómeno; c) evidencia en su justa medida el papel de cipayos que juegan los países de tránsito entre los de la demanda y los de la oferta de fuerza de trabajo en ese mercado; d) aporta los elementos necesarios para desenmascarar los binomios ilegalidad/vulnerabilidad, vulnerabilidad/riesgo y corrupción/impunidad, en cuanto resultados calculados de operaciones socialmente construidas, en el marco de relaciones asimétricas de poder entre la oferta y la demanda de la fuerza de trabajo; y d) y nos ubica directamente en la pregunta sobre la asignación de responsabilidades políticas y judiciales, frente a la muerte y frente a las violaciones de los derechos humanos de los tramis.
Finalmente, todo hace prever que, al menos a corto y mediano plazo, la migración de trabajadores indocumentados seguirá fuertemente estimulada por un creciente mercado internacional de fuerza de trabajo, y por las políticas migratorias de contención del mismo, en un mundo en que se harán más visibles las profundas asimetrías económicas internacionales y las agudas insuficiencias estructurales de los países en desarrollo. Además, los países desarrollados, demográficamente envejecidos, fortalecerán sus estrategias de atracción de recursos humanos calificados y mantendrán la demanda de trabajadores de menores calificaciones, cuyos nuevos contingentes difícilmente podrán ser asumidos por los mercados laborales de los países en desarrollo (Ocampo, 2002: 250).

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